miércoles, 8 de diciembre de 2010

Capítulo 26

¡ATENCIÓN!
Durante este capítulo habrá un sólo narrador y será TOM.
¡Gracias por leer!
...DOS DÍAS DESPUÉS...

(Tom)
Parecía increíble. La pesadilla había pasado. La marea estaba calma, sin fuertes sudestadas que no dejen avanzar a mi hermano. Hoy era el gran día...por fin volveríamos a casa, con nuestras cosas, nuestras comodidades y nuestra intimidad que tanto apreciábamos. No quiero recordar estos días de tanta tristeza y dolor...quiero enterrarlos en lo más profundo de mi alma y que jamás vuelvan a revolotear en mi mente. Tal como le comenté a Bill...quiero empezar desde cero, con un nuevo comienzo, una nueva ola de oportunidades sin nadie que quiera robármelas. Será difícil bloquear mis pensamientos...cuando regrese a casa y vuelva a ver el cuarto de Bill...las escaleras...la puerta. Allí sucedió todo. Ví con mis propios ojos...toqué con mis propias manos a mi hermano prácticamente muerto en su habitación...luego, llegó la ambulancia...yo no sabía dónde ir, qué decir...sólo obedecía a los médicos. "Muévase" me decían con la frialdad más cruel que puede existir. Me pedían colaboración cuando yo sólo lloraba y gritaba observando la situación. La camilla había recorrido las escaleras, había cruzado la puerta. Soy capaz de mudarme junto con Bill a otra casa...con tal de no volver a recordar esa noche.
 Aún me cuesta entender a los médicos. ¿Acaso en la universidad reciben cursos de frialdad? No lo sé...creo que es una manera que tienen de soportar las tragedias ajenas. Es decir, debe ser duro decirle a un joven que su hermano está a punto de morir...¿no? Y debe ser difícil tratar de calmar a un muchacho, haciéndole entender que su gemelo acaba de sufir un paro cardíaco. Sí, definitivamente tienen una coraza, un caparazón que los hace ser fuertes.
Me considero una persona bastante optimista, pero en situaciones límites, me convierto en alguien que podría competir con un suicida perfectamente...¡y ganar! Cuando algo malo pasa...bajo los brazos, entro en pánico y pienso lo peor. "Qué extraño" muchos pensarán...¡claro! si frente a las cámaras me muestro como el pirata más codiciado de todos. Claro está, hay quienes se lo creen...y quienes no. En verdad, amo a las mujeres, pero no las uso como objetos, como muchos piensan. Simplemente...no tengo oportunidad para enamorarme, por mi carrera, por mi vida...por ser quien soy. Bill lo logró...pero él es bastante complejo en el tema del amor, y cree en las almas gemelas, en el amor a primera vista, en el destino...pero yo no. Creo que...algún día llegará el momento, formaré una familia y seré feliz con una mujer. Por el momento, no está en mis planes. Tengo 21 años, belleza, dinero...eso compra fácil, puedo divertirme fácilmente.
Además, últimamente pude comprobar que el amor muchas veces daña y no perdona. Mi hermano es el perfecto ejemplo de mi oración. Él se enamoró, se arriesgó y prometió dar todo por su "princesa"...y a cambio le dieron un golpe que lo desvaneció instantáneamente. Aún no puedo entender cómo puede seguir amándola. Su sonrisa es angelical cuando nombran a su "muñeca"...sus ojos vuelven a tener brillo, su piel toma un poco más de color...y sus ganas de vivir vuelven...cómo si hubiesen estado perdidas durante un largo tiempo y ahora, eufóricas, pidieran a gritos volver. Es gratificante y tranquilizador verlo así...pero no quiero que lo estafen, que lo engañen. No quiero que caiga en las redes de Camila, porque no sé si logrará salir.
Quiero verlo bien, quiero sonreír con él y percibir su felicidad en todas sus facciones. Y si eso significa tener que tolerar a Camila todos los días, convivir con ella, tratar de ser cordial con ella...¡adelante! todo sea por mi hermano, por su vida y su alegría. No será tarea fácil...pero, en fin, todos los días debo fingir ser educado con decenas de productores y agentes que quieren guiarme para aquí, luego para allá...provocando ciertos mareos mentales que son frecuentes en mí.

-¡Ya salgo, Tom!
-Estoy acá...las revistas no son muy interesantes, pero soy tan bueno que te espero, ¿viste?
-Es tu deber esperar a tu hermano, hoy es mi alta...¿acaso no estás contento?
-Estoy muy contento...pero pensé que ibas a preferir que esté Camila esperándote.
-Ya pude hablar con ella...no mucho, pero algo es algo. Prefiero que estás vos acá.

Bill estaba vistiéndose en el baño, mientras yo aguardaba en el sillón de la habitación. Camila estaba afuera junto a Ivana. Ya se habían visto, habían estado sólos en la habitación y habían podido hablar un poco sobre todo esto. La cuestión es el idioma, ya que Camila había dicho que quería pasar sóla, sin Ivana. Nadie sabe qué se dijeron o de qué hablaron.
La puerta del baño finalmente se abrió. Nuestra mirada reflejaba un sólo objetivo: irnos de éste lugar horrible. Él olor a desinfectante puro probablemente quede en nuestras narices durante varias horas...pero prefería sentirlo en mi casa...tranquilo.

-¿Qué hablaste con Camila? Si se puede saber, claro.
-Sólo a vos te lo cuento...¿sí?
-La confianza no se irá nunca.
-Jamás.
Podían suceder mil cosas, podían aparecer enemigos, amigos, mujeres, alegrías, enojos, tristezas...pero la confianza jamás se esfumaría.
-¿Aclaraste todo? ¿O sigue en su postura de víctima?
-Tom...no me gusta que digas así. No pude aclarar mucho, el idioma es una barrera. Sugerí invitar a Ivana a la conversación, pero ella no quiso. Ya sabés...mi idea era más bien diplomática, pero no, ella quería hablar en privado, asi que simplemente le dí rienda.
-¿Pasó...algo? Estás raro...te conozco.
-Es que...
-¿Sí?
-Siento que no es la misma que antes...no...
-¿Qué? ¿Cómo? Bill...
-Siento que no me ama, Tom...no me siento querido por ella. No me puedo contener el llanto cuando la veo...es decir, vuelvo a nacer cuando me habla, cuando juntamos nuestros labios. Y sin embargo...ella se comporta de una manera extraña. ¿Vos pensás que ella realmente está conmigo porque me ama...o por interés? Quiero sinceridad, por favor...

Capítulo 25

¡ATENCIÓN!
Durante este capítulo los cambios de narradores se señalarán mediante paréntesis.
¡Gracias por leer!
(Camila)

Ivana y yo nos encontrabamos en la puerta de la clínica. Ella bebía su café mientras miraba a la gente que estaba allí, la mayoría con malas expresiones. Hace un rato...la expresión de Tom era similar, y yo tenía la culpa.
-Se supone que...¿yo voy a convivir con Tom?
-Digamos que sí...ellos dos no se van a separar nunca.
-Por supuesto, y no quiero ser la que los separe, lo único que me falta es que Tom me odie por eso también...
-Jamás sucederá eso, porque ellos prometieron permanecer juntos por el resto de sus vidas. Ninguna mujer intervendrá entre ellos...es algo bastante extraño de comprender para una persona que no tiene un hermano gemelo.- Ivana los entendía perfectamente, había estado acompañándolos durantes años, en las diferentes giras que habían hecho.
-Lo sé, pero...no sé si Tom podrá tolerar mi presencia.
-Es lógico que tenga tanta bronca con vos...para él, vos sos la culpable. Puede que se le pase...pero puede que no. Con el tiempo te vas a dar cuenta. Eso sí...hay una cosa que debés saber.
-Decime...
-Si los disturbios con Tom no paran, y en la casa no paran de discutir o pelear...Bill podrá tomar medidas algo drásticas.
-¿Medidas drásticas? ¿Bill? ¡Por favor!
-Sí...creéme, los conozco muchísimo. Bill no tolera que nadie le falte el respeto a su hermano. Es capaz de...
-¿De olvidarse de mí? Ivana, él me ama...y yo también.
-No lo entendés porque no tenés un hermano gemelo, es simple. No toleran ninguna falta de respeto, ninguna agresión...ellos están primero, y debés saberlo, antes de arriesgarte.
-Ivana, yo sigo siendo fan de Tokio Hotel, y sigo amando a Tom como el gran guitarrista que es...no voy a pelearle ni a insultarlo, porque para mí sigue siendo Tom Kaulitz.
-Eso lo tengo claro...pero todo esto puede ser más fuerte que vos.
-Lo único que es más fuerte que todo aquí... es el amor que yo siento por Bill.
-Te estás equivocando...¿acaso no escuchaste lo que dije anteriormente? ¡Los gemelos están primero!
-Estás mezclando las cosas...Bill es mi novio, mientras que ellos son hermanos.
-Sí...¡pero hermanos gemelos!
-Hermanos en fin...
-He conocido gente que tiene un hermano gemelo...y pude comprobar que hay una conexión, una química...que ningún otro ser humano puede alcanzar. Es...bastante inentendible. ¡Prácticamente se leen los pensamientos!
-Lo entiendo perfectamente. No voy a pelear con Tom. Además, estoy segura de que él me peleará a mí.
-¿Ah sí? ¿Te pensás que no le importa Bill? Tom no te peleará porque sabe que a Bill eso lo hiere...¿entendés?
-Ya vamos a ver...
-Lo único que quiero es que permanezcas acá con Bill. Pero...te estás arriesgando.
-Me arriesgué muchas veces...y siempre terminé escapando. Esta vez...¡no!

(Tom)

Tranquilo...tranquilo. ¡Tom, te vas a comer los dedos! Uñas, piel, pellejos...todo lo que sea comestible pasaría por mi boca sólo para calmar mis nervios. Nadie me avisaba nada, Camila estaba afuera y pronto volverá, el médico no abre las puertas de una buena vez...¡estoy pintado al óleo! Nadie parece percatarse de mi presencia.
Lo acepto, yo había elegido estar sólo...pero me estoy refiriendo a los médicos. "Señor, ¿quiere una taza de café?" "Señor Kaulitz, el médico tiene novedades para usted" "Señor, puede trasladarse a la habitación y acompañar a su hermano, tiene un sillón-cama allí". No...nada. Todos los meses pagamos cientos de euros para tener una prepaga buena, con todas las comodidades que una persona necesita. Pero no...ni siquiera se dan cuenta de que hace apenas unas horas yo estaba a punto de morir porque no sabía si mi hermano se iba...o se quedaba aquí conmigo.
A todo esto, debemos sumarle la hermosa y agradable presencia de mi gran amiga...Camila. Sí, el sarcasmo es definivamente...mi mejor aliado.
El día de hoy era tragicómico. Por un lado, Bill recuperándose, y por el otro, esta imbécil fingiendo preocupación por mi hermano gemelo. ¡Claro! Se mostró muy interesada en él...¿no? Por eso me llamó cien veces. Hmm...¡ah no! ¡eso no sucedió! ¡no me llamó ni una sóla vez! Pero que confundido que estás hoy Tom...
Yo la había llamado para contarle las novedades, para decirle que viaje lo antes posible. Si era por ella...Bill hoy estaría muerto.
Estoy seguro que ella quería que eso pase. Quiere aprovecharse de él...quitarle su dinero, sus pertenencias. Pero se está olvidando de una persona cuyo nombre empieza con "T". Hmm...el hermano, claro.
Ella es tan ilusa, tan mediocre y básica...que seguro sigue pensando que yo soy el mujeriego que sólo rasguea las cuerdas de una guitarra y se acuesta con mujeres. Obvio...compra lo que vende el negocio. Pronto se enterará de que no soy aquel hombre que ella cree conocer. Puedo ser sensible, tierno, dulce y hasta sumamente cariñoso...pero con la gente que quiero y realmente amo. Bill es una de esas personas. Entonces...suena bastante lógico mi pensamiento. Nadie se mete con mi hermano...porque salís mal...muy mal.
Eso fue lo que hizo Camila. Se metió con mi hermano...y no va a parar hasta destruírlo, lo sé. Quiere sus bienes...y acostarse con él, para luego dejarlo tirado, destruído y completamente herido. Pero su plan no va a resultar tan sencillo...no con mi presencia.
La peor parte...¡mi hermano está completamente enamorado y anonadado con ella! Cuando se recuperó y pude hablar con él...nombré a Camila y sus ojos brillaron con una luz que pudo haberme cegado.

-Señor Kaulitz...- ¡El médico! Sí...el que me dice "señor" cuando sólo tengo 21 años...claro.
-Dígame doctor...¿cómo está mi hermano?
-Está bastante animado...pudo comer algo de lo que la enfermera le dió...pero no mucho, porque no fue de su agrado.
-¿Qué le dieron de comer?
-Lo que le damos a todos los pacientes que salen de una recuperación como ésta...sopa.
-¿Sopa? Doctor...mi hermano odia la sopa.
-Es la única opción. Sin embargo comió algo...unas cucharadas al menos.
-Y...¡no quiere desaparecer! Él ya es sumamente delgado por naturaleza y encima debe comer sopa todos los días...
-Hasta que termine de recuperarse, señor Kaulitz.
-Bien...¿y el alta?
-Eso justamente es lo que debo decirle. Le aconsejamos dos días de reposo, aquí en la clínica, y luego podrá trasladarse hacia su hogar.
-Dos días más...
-Escúcheme...no pude evitar notar que usted permaneció aquí todo el tiempo. Sólo salió un momento para fumar un cigarrillo cuando ya estaba seguro de que Bill estaba bien. ¿No quiere ir a su casa y comer algo?
-No, no...para nada. Yo me quedaré aquí.
-Pero señor...su hermano ya está bien, y...
-¡Nadie me mueve de aquí!
-Está bien...si usted lo dice.
-¿Puedo ver a Bill?
-Sí, puede verlo y también puede trasladarse para estar allí con él. Lo trasladamos a una habitación para su buena recuperación. Hay un sillón, una mesa y sillas. Póngase lo más cómodo que pueda...
-¡Al fin! Aunque dudo lograr ponerme cómodo en un hospital...pero lo intentaré. Gracias doctor, lo veré luego.

Por un momento parecía estar soñando. Me estaban dando lo que quería. Bueno, no era mucho...¿no? Ver a mi hermano y poder estar allí con él...sin molestia alguna.


Capítulo 24

¡ATENCIÓN!
Durante este capítulo los cambios de narradores se señalarán mediante paréntesis.
¡Gracias por leer!
(Camila)

Las ansias colmaban todo rastro de serenidad que alguna vez había ocupado mi cuerpo. Por fin...¡lo volvería a ver después de tanto sufrimiento!
-¿Querés pasar vos sóla?
-No Ivana, pasá conmigo...Bill es tu amigo.
Ella abrió la puerta...y por un momento deseé haber sido un poco egoísta y haber dicho que sí, que quería pasar sóla. Allí estaba. Era extraño verlo tan quieto, tan callado. Se asemejaba a un ángel, con su piel blanca tan fina y delicada, y sus labios apenas rosados.
Él no había notado nuestra presencia. Sus ojos aún permenecían cerrados. Me acerqué hasta la camilla y me detuve frente a su rostro. Él abrió los ojos de inmediato. Su mirada se iluminó, y sus pupilas se humedecieron al instante.
-Muñeca...
Esa voz. Por un momento el mundo no me importó. Sólo estábamos él y yo. Su español no sonaba forzado, si no que en mis oídos se oía como la melodía más hermosa. "Muñeca". Suya y de nadie más. Exclusiva, y para siempre lo seré.
-Here I am...

Una sonrisa se escapó de nuestros labios. Sí, fue un movimiento mutuo. Otro sentimiento mutuo fue el que prosiguió. Un beso dulce y pronfundo. Todas las sensaciones que ese beso abarcó, son realmente infinitas. Reencuentro. Felicidad. Amor. Alegría. Y por sobre todas las cosas...tranquilidad. Tranquilidad de saber que ahora estamos los dos...nuevamente juntos, con la diferencia de que nadie nos separará. Cueste lo que cueste, yo me quedaré aquí con Bill. No más cobardía, no más escapatorias. Eso quedó en el pasado...y como todos dicen <Lo pasado, pisado>
Aunque por supesto, esta frase sólo hay que tenerla en cuenta para los hechos negativos...es decir, ¿qué persona querría borrar los buenos recuerdos? Bueno...no es mi caso. Es más, quiero recordarlos por y para siempre. La primera mirada, la primera palabra que nos dijimos, el primer abrazo...el primer beso. En fin...todos los buenos momentos, que realmente había disfrutado, los había pasado con él.
-¿Querés decirle algo a Bill?- Ivana quería ayudarme. Seguramente era extraña la imagen que estaba observando. Bill y yo sólo nos mirábamos y nos sonreíamos. Las palabras no hacían falta...pero las miradas sí, porque reconfortan y tranquilizan. Para Bill y para mí, dan una sensación de seguridad inigualable.
-Sí...perdón, es que...lo extrañaba, y...
-Te entiendo...y te escucho.
-Bien...no sé que decir. Antes de decir cualquier otra frase...creo que hay una palabra que abarca todos mis sentimientos en el día de hoy. Perdón. Sólo decile eso. Qué me perdone por haberlo arrastrado al vacío, a la muerte. Pero él demostró ser muy fuerte...y no se dejó arrastrar. Estoy muy orgullosa de él...y cada minuto...más enamorada. La magia que supimos conseguir el primer día no se fue...¡y jamás se irá!

Tal como el primer día en que lo conocí, Ivana comenzó a traducirle todo a Bill. Él escuchaba atento, lanzando sonrisas, suspiros...y alguna que otra lágrima.
Mientras mi muñeco conversaba con Ivana, el doctor abrió suavemente la puerta, avisándonos que teníamos que dejar a Bill sólo, para que descansara y tal vez mañana pueda volver a su casa.
-Camila...antes de irnos, Bill quiere que sepas algunas cosas. Primero, dice que no tienes porqué pedir perdón...ya que él fue el débil que decidió rendirse y salir por el camino más fácil. No debés sentirte culpable. También, quiere decirte que sintió muchísimo tu ausencia, pero que no te preocupes...ya que Tom lo estuvo acompañando día y noche. Tom está enojado con vos, pero dice que es natural y lógico...que no le sigas la corriente. Él es un modelo a seguir en muchísimas cosas, pero es bastante rencoroso...y no tolera que nadie lastime a sus seres queridos. Por último, quiere que sepas que no vé la hora de llegar a casa y empezar una nueva vida con vos...tranquilos, sin deberle nada al mundo. ¡Ah! Y dice que no te preocupes por los asuntos legales...el tema del pasaporte, el documento de identidad...todo se resuelve. Su entorno es muy poderoso, con unos buenos contactos y una buena cantidad de dinero...esos temas se solucionan fácilmente.
-Voy a tener en cuenta cada una de sus palabras...y lo voy a asumir como un consejo. Yo también quiero poder relajarme de una vez por todas...estar con él tranquilos, sin que nadie interfiera en nuestro amor...porque una relación se hace sólo de a dos. Y ahora que descanse...habló mucho...lo único que falta es que ahora se dañe su voz. Yo voy a estar acá...sólo espero que la convivencia con Tom no sea muy difícil. Aunque pensándolo bien...me tendré que acostumbrar, ya que viviré con él también...

La conversación había llegado a su fin. Luego de despedirnos efusivamente, Bill y yo nos sonreímos y finalmente decidí abandonar la sala junto a Ivana.

(Tom)

Una mosca molesta se cruzó ante mis ojos...¡Oh no, cierto! ¡Es Camila!
No quería sermones, ni abrazos, ni disculpas, ni nada de esas cursilerías que seguramente haría ella. Sólo...silencio.
-Tom, Camila anteriormente me comentó que quiere hablar con vos...- Lo único que falta...qué Ivana también me diga que debo hablar con Camila. ¿Quieren pagarme, también? Sería en vano...ya que ni siquiera por diez billones de dólares hablaría con ella.
-¿Y vos seguís pensando que yo voy a mantener un diálogo cordial con ella? No sabía que eras tan ilusa, Ivana...
-Sos grande Tom...¿no te parece que estás actuando como un verdadero inmaduro?
-¿Inmaduro? ¡Realista, diría yo! Mi postura no ha sido modificada...y no pienso cambiarla. Tengo frente a mis ojos a la persona que casi mata a mi hermano, a mi todo...y vos pretendés que yo le hable.
-Al menos no hagas los gestos que estás haciendo...Camila se está dando cuenta de que la estás matando con tus palabras...no es idiota.
-¡Ya sé que no es idiota! Al contrario...¡mirá que bien le salió todo este jueguito! Primero...enamoró a su ídolo. Se ganó el amor completo de parte de mi hermano...y ahora...¡Casa nueva, todos los lujos que quiera, euros por doquier, personal que la atienda todo el tiempo! A mi me costó diez años lograr todo ésto...y ésta maldita lo consiguió en días...estoy sorprendido...por un momento había dudado de su inteligencia.
-¡Yo no puedo creer que pienses todas éstas barbaridades, Tom! Sos un hombre...un adulto...¡realmente no te entiendo! ¿Vos pensás enserio que ella está haciendo todo esto por conveniencia? ¡Abrí los ojos, está enamorada!
-¡Vaya manera de enamorarse...provocando que tu supuesto amor se tome tres frascos de pastillas!
-Bill se enpastilló...él sólo.
-Creo que ésto te lo dije anteriormente...pero lo repito, para que quede bien grabado en tu mente. ¿Bill intentó suicidarse porque dijo "Hoy es un lindo día para matarme"?
-No seas sádico...no digas esas cosas.
-Respondeme, Ivana.
-Bien, lo acepto, Bill intentó matarse porque Camila tuvo que volver a Argentina...
-No,no...te equivocás...Bill intentó suicidarse porque Camila no quiso luchar por él y decidió lavarse las manos, hacerlo todo fácil...¡y escapar!
-Camila tiene quince años, una madre, una familia, amigas...y una vida.
-¿Alguna vez estuviste enamorada?
-Sí...¿porqué?
-¿No hubieses sido capaz de dejar todo por esa persona?
-Tom, me estás preguntando algo muy difícil...
-¡Respondeme! ¿Acaso cuando uno no está enamorado, no promete dejar todo por esa persona? ¡Cuando amás a alguien, sólo querés ser feliz junto a tu amor! Y mirá que yo no sé mucho de estas cosas...asi que si yo, Tom Kaulitz, lo sé...es porque cualquier persona lo puede saber.
-Me mareás...eso es. Vamos a hablar de esto más tarde, en privado...y si es posible, al menos por una cuestión de educación...¡sin Camila enfrente!
-Parece que te estás contagiando de alguien...esquivando preguntas, callándome...
-Me cansás, realmente...
-A mi me agotan tantas cosas...
-Iré a tomar un café a la puerta de la clínica...¿querés uno? Te vendría perfecto para tranquilizarte un poco...
-No...no quiero nada. Bueno...alguna gaseosa, pero sólo si te es fácil conseguirla. Agarrá dinero de mi billetera...está en mi mochila. Y por favor...¡andá con Camila! No vaya a ser cosa que la dejes acá conmigo...

Definivamente, si Ivana y Camila no hubiesen desaparecido en ese momento, me habría dado un paro cardíaco. ¡Son increíbles los nervios que puedo llegar a sufir por una maldita de quince años!
Para colmo...la tendré que tolerar todos los días...en mi casa, en mi espacio...mintiéndole a mi hermano...aprovechándose de todo...¡de absolutamente todo!
Por lo único que estoy dispuesto a aguantar todo esto...es por Bill.