miércoles, 8 de diciembre de 2010

Capítulo 26

¡ATENCIÓN!
Durante este capítulo habrá un sólo narrador y será TOM.
¡Gracias por leer!
...DOS DÍAS DESPUÉS...

(Tom)
Parecía increíble. La pesadilla había pasado. La marea estaba calma, sin fuertes sudestadas que no dejen avanzar a mi hermano. Hoy era el gran día...por fin volveríamos a casa, con nuestras cosas, nuestras comodidades y nuestra intimidad que tanto apreciábamos. No quiero recordar estos días de tanta tristeza y dolor...quiero enterrarlos en lo más profundo de mi alma y que jamás vuelvan a revolotear en mi mente. Tal como le comenté a Bill...quiero empezar desde cero, con un nuevo comienzo, una nueva ola de oportunidades sin nadie que quiera robármelas. Será difícil bloquear mis pensamientos...cuando regrese a casa y vuelva a ver el cuarto de Bill...las escaleras...la puerta. Allí sucedió todo. Ví con mis propios ojos...toqué con mis propias manos a mi hermano prácticamente muerto en su habitación...luego, llegó la ambulancia...yo no sabía dónde ir, qué decir...sólo obedecía a los médicos. "Muévase" me decían con la frialdad más cruel que puede existir. Me pedían colaboración cuando yo sólo lloraba y gritaba observando la situación. La camilla había recorrido las escaleras, había cruzado la puerta. Soy capaz de mudarme junto con Bill a otra casa...con tal de no volver a recordar esa noche.
 Aún me cuesta entender a los médicos. ¿Acaso en la universidad reciben cursos de frialdad? No lo sé...creo que es una manera que tienen de soportar las tragedias ajenas. Es decir, debe ser duro decirle a un joven que su hermano está a punto de morir...¿no? Y debe ser difícil tratar de calmar a un muchacho, haciéndole entender que su gemelo acaba de sufir un paro cardíaco. Sí, definitivamente tienen una coraza, un caparazón que los hace ser fuertes.
Me considero una persona bastante optimista, pero en situaciones límites, me convierto en alguien que podría competir con un suicida perfectamente...¡y ganar! Cuando algo malo pasa...bajo los brazos, entro en pánico y pienso lo peor. "Qué extraño" muchos pensarán...¡claro! si frente a las cámaras me muestro como el pirata más codiciado de todos. Claro está, hay quienes se lo creen...y quienes no. En verdad, amo a las mujeres, pero no las uso como objetos, como muchos piensan. Simplemente...no tengo oportunidad para enamorarme, por mi carrera, por mi vida...por ser quien soy. Bill lo logró...pero él es bastante complejo en el tema del amor, y cree en las almas gemelas, en el amor a primera vista, en el destino...pero yo no. Creo que...algún día llegará el momento, formaré una familia y seré feliz con una mujer. Por el momento, no está en mis planes. Tengo 21 años, belleza, dinero...eso compra fácil, puedo divertirme fácilmente.
Además, últimamente pude comprobar que el amor muchas veces daña y no perdona. Mi hermano es el perfecto ejemplo de mi oración. Él se enamoró, se arriesgó y prometió dar todo por su "princesa"...y a cambio le dieron un golpe que lo desvaneció instantáneamente. Aún no puedo entender cómo puede seguir amándola. Su sonrisa es angelical cuando nombran a su "muñeca"...sus ojos vuelven a tener brillo, su piel toma un poco más de color...y sus ganas de vivir vuelven...cómo si hubiesen estado perdidas durante un largo tiempo y ahora, eufóricas, pidieran a gritos volver. Es gratificante y tranquilizador verlo así...pero no quiero que lo estafen, que lo engañen. No quiero que caiga en las redes de Camila, porque no sé si logrará salir.
Quiero verlo bien, quiero sonreír con él y percibir su felicidad en todas sus facciones. Y si eso significa tener que tolerar a Camila todos los días, convivir con ella, tratar de ser cordial con ella...¡adelante! todo sea por mi hermano, por su vida y su alegría. No será tarea fácil...pero, en fin, todos los días debo fingir ser educado con decenas de productores y agentes que quieren guiarme para aquí, luego para allá...provocando ciertos mareos mentales que son frecuentes en mí.

-¡Ya salgo, Tom!
-Estoy acá...las revistas no son muy interesantes, pero soy tan bueno que te espero, ¿viste?
-Es tu deber esperar a tu hermano, hoy es mi alta...¿acaso no estás contento?
-Estoy muy contento...pero pensé que ibas a preferir que esté Camila esperándote.
-Ya pude hablar con ella...no mucho, pero algo es algo. Prefiero que estás vos acá.

Bill estaba vistiéndose en el baño, mientras yo aguardaba en el sillón de la habitación. Camila estaba afuera junto a Ivana. Ya se habían visto, habían estado sólos en la habitación y habían podido hablar un poco sobre todo esto. La cuestión es el idioma, ya que Camila había dicho que quería pasar sóla, sin Ivana. Nadie sabe qué se dijeron o de qué hablaron.
La puerta del baño finalmente se abrió. Nuestra mirada reflejaba un sólo objetivo: irnos de éste lugar horrible. Él olor a desinfectante puro probablemente quede en nuestras narices durante varias horas...pero prefería sentirlo en mi casa...tranquilo.

-¿Qué hablaste con Camila? Si se puede saber, claro.
-Sólo a vos te lo cuento...¿sí?
-La confianza no se irá nunca.
-Jamás.
Podían suceder mil cosas, podían aparecer enemigos, amigos, mujeres, alegrías, enojos, tristezas...pero la confianza jamás se esfumaría.
-¿Aclaraste todo? ¿O sigue en su postura de víctima?
-Tom...no me gusta que digas así. No pude aclarar mucho, el idioma es una barrera. Sugerí invitar a Ivana a la conversación, pero ella no quiso. Ya sabés...mi idea era más bien diplomática, pero no, ella quería hablar en privado, asi que simplemente le dí rienda.
-¿Pasó...algo? Estás raro...te conozco.
-Es que...
-¿Sí?
-Siento que no es la misma que antes...no...
-¿Qué? ¿Cómo? Bill...
-Siento que no me ama, Tom...no me siento querido por ella. No me puedo contener el llanto cuando la veo...es decir, vuelvo a nacer cuando me habla, cuando juntamos nuestros labios. Y sin embargo...ella se comporta de una manera extraña. ¿Vos pensás que ella realmente está conmigo porque me ama...o por interés? Quiero sinceridad, por favor...

Capítulo 25

¡ATENCIÓN!
Durante este capítulo los cambios de narradores se señalarán mediante paréntesis.
¡Gracias por leer!
(Camila)

Ivana y yo nos encontrabamos en la puerta de la clínica. Ella bebía su café mientras miraba a la gente que estaba allí, la mayoría con malas expresiones. Hace un rato...la expresión de Tom era similar, y yo tenía la culpa.
-Se supone que...¿yo voy a convivir con Tom?
-Digamos que sí...ellos dos no se van a separar nunca.
-Por supuesto, y no quiero ser la que los separe, lo único que me falta es que Tom me odie por eso también...
-Jamás sucederá eso, porque ellos prometieron permanecer juntos por el resto de sus vidas. Ninguna mujer intervendrá entre ellos...es algo bastante extraño de comprender para una persona que no tiene un hermano gemelo.- Ivana los entendía perfectamente, había estado acompañándolos durantes años, en las diferentes giras que habían hecho.
-Lo sé, pero...no sé si Tom podrá tolerar mi presencia.
-Es lógico que tenga tanta bronca con vos...para él, vos sos la culpable. Puede que se le pase...pero puede que no. Con el tiempo te vas a dar cuenta. Eso sí...hay una cosa que debés saber.
-Decime...
-Si los disturbios con Tom no paran, y en la casa no paran de discutir o pelear...Bill podrá tomar medidas algo drásticas.
-¿Medidas drásticas? ¿Bill? ¡Por favor!
-Sí...creéme, los conozco muchísimo. Bill no tolera que nadie le falte el respeto a su hermano. Es capaz de...
-¿De olvidarse de mí? Ivana, él me ama...y yo también.
-No lo entendés porque no tenés un hermano gemelo, es simple. No toleran ninguna falta de respeto, ninguna agresión...ellos están primero, y debés saberlo, antes de arriesgarte.
-Ivana, yo sigo siendo fan de Tokio Hotel, y sigo amando a Tom como el gran guitarrista que es...no voy a pelearle ni a insultarlo, porque para mí sigue siendo Tom Kaulitz.
-Eso lo tengo claro...pero todo esto puede ser más fuerte que vos.
-Lo único que es más fuerte que todo aquí... es el amor que yo siento por Bill.
-Te estás equivocando...¿acaso no escuchaste lo que dije anteriormente? ¡Los gemelos están primero!
-Estás mezclando las cosas...Bill es mi novio, mientras que ellos son hermanos.
-Sí...¡pero hermanos gemelos!
-Hermanos en fin...
-He conocido gente que tiene un hermano gemelo...y pude comprobar que hay una conexión, una química...que ningún otro ser humano puede alcanzar. Es...bastante inentendible. ¡Prácticamente se leen los pensamientos!
-Lo entiendo perfectamente. No voy a pelear con Tom. Además, estoy segura de que él me peleará a mí.
-¿Ah sí? ¿Te pensás que no le importa Bill? Tom no te peleará porque sabe que a Bill eso lo hiere...¿entendés?
-Ya vamos a ver...
-Lo único que quiero es que permanezcas acá con Bill. Pero...te estás arriesgando.
-Me arriesgué muchas veces...y siempre terminé escapando. Esta vez...¡no!

(Tom)

Tranquilo...tranquilo. ¡Tom, te vas a comer los dedos! Uñas, piel, pellejos...todo lo que sea comestible pasaría por mi boca sólo para calmar mis nervios. Nadie me avisaba nada, Camila estaba afuera y pronto volverá, el médico no abre las puertas de una buena vez...¡estoy pintado al óleo! Nadie parece percatarse de mi presencia.
Lo acepto, yo había elegido estar sólo...pero me estoy refiriendo a los médicos. "Señor, ¿quiere una taza de café?" "Señor Kaulitz, el médico tiene novedades para usted" "Señor, puede trasladarse a la habitación y acompañar a su hermano, tiene un sillón-cama allí". No...nada. Todos los meses pagamos cientos de euros para tener una prepaga buena, con todas las comodidades que una persona necesita. Pero no...ni siquiera se dan cuenta de que hace apenas unas horas yo estaba a punto de morir porque no sabía si mi hermano se iba...o se quedaba aquí conmigo.
A todo esto, debemos sumarle la hermosa y agradable presencia de mi gran amiga...Camila. Sí, el sarcasmo es definivamente...mi mejor aliado.
El día de hoy era tragicómico. Por un lado, Bill recuperándose, y por el otro, esta imbécil fingiendo preocupación por mi hermano gemelo. ¡Claro! Se mostró muy interesada en él...¿no? Por eso me llamó cien veces. Hmm...¡ah no! ¡eso no sucedió! ¡no me llamó ni una sóla vez! Pero que confundido que estás hoy Tom...
Yo la había llamado para contarle las novedades, para decirle que viaje lo antes posible. Si era por ella...Bill hoy estaría muerto.
Estoy seguro que ella quería que eso pase. Quiere aprovecharse de él...quitarle su dinero, sus pertenencias. Pero se está olvidando de una persona cuyo nombre empieza con "T". Hmm...el hermano, claro.
Ella es tan ilusa, tan mediocre y básica...que seguro sigue pensando que yo soy el mujeriego que sólo rasguea las cuerdas de una guitarra y se acuesta con mujeres. Obvio...compra lo que vende el negocio. Pronto se enterará de que no soy aquel hombre que ella cree conocer. Puedo ser sensible, tierno, dulce y hasta sumamente cariñoso...pero con la gente que quiero y realmente amo. Bill es una de esas personas. Entonces...suena bastante lógico mi pensamiento. Nadie se mete con mi hermano...porque salís mal...muy mal.
Eso fue lo que hizo Camila. Se metió con mi hermano...y no va a parar hasta destruírlo, lo sé. Quiere sus bienes...y acostarse con él, para luego dejarlo tirado, destruído y completamente herido. Pero su plan no va a resultar tan sencillo...no con mi presencia.
La peor parte...¡mi hermano está completamente enamorado y anonadado con ella! Cuando se recuperó y pude hablar con él...nombré a Camila y sus ojos brillaron con una luz que pudo haberme cegado.

-Señor Kaulitz...- ¡El médico! Sí...el que me dice "señor" cuando sólo tengo 21 años...claro.
-Dígame doctor...¿cómo está mi hermano?
-Está bastante animado...pudo comer algo de lo que la enfermera le dió...pero no mucho, porque no fue de su agrado.
-¿Qué le dieron de comer?
-Lo que le damos a todos los pacientes que salen de una recuperación como ésta...sopa.
-¿Sopa? Doctor...mi hermano odia la sopa.
-Es la única opción. Sin embargo comió algo...unas cucharadas al menos.
-Y...¡no quiere desaparecer! Él ya es sumamente delgado por naturaleza y encima debe comer sopa todos los días...
-Hasta que termine de recuperarse, señor Kaulitz.
-Bien...¿y el alta?
-Eso justamente es lo que debo decirle. Le aconsejamos dos días de reposo, aquí en la clínica, y luego podrá trasladarse hacia su hogar.
-Dos días más...
-Escúcheme...no pude evitar notar que usted permaneció aquí todo el tiempo. Sólo salió un momento para fumar un cigarrillo cuando ya estaba seguro de que Bill estaba bien. ¿No quiere ir a su casa y comer algo?
-No, no...para nada. Yo me quedaré aquí.
-Pero señor...su hermano ya está bien, y...
-¡Nadie me mueve de aquí!
-Está bien...si usted lo dice.
-¿Puedo ver a Bill?
-Sí, puede verlo y también puede trasladarse para estar allí con él. Lo trasladamos a una habitación para su buena recuperación. Hay un sillón, una mesa y sillas. Póngase lo más cómodo que pueda...
-¡Al fin! Aunque dudo lograr ponerme cómodo en un hospital...pero lo intentaré. Gracias doctor, lo veré luego.

Por un momento parecía estar soñando. Me estaban dando lo que quería. Bueno, no era mucho...¿no? Ver a mi hermano y poder estar allí con él...sin molestia alguna.


Capítulo 24

¡ATENCIÓN!
Durante este capítulo los cambios de narradores se señalarán mediante paréntesis.
¡Gracias por leer!
(Camila)

Las ansias colmaban todo rastro de serenidad que alguna vez había ocupado mi cuerpo. Por fin...¡lo volvería a ver después de tanto sufrimiento!
-¿Querés pasar vos sóla?
-No Ivana, pasá conmigo...Bill es tu amigo.
Ella abrió la puerta...y por un momento deseé haber sido un poco egoísta y haber dicho que sí, que quería pasar sóla. Allí estaba. Era extraño verlo tan quieto, tan callado. Se asemejaba a un ángel, con su piel blanca tan fina y delicada, y sus labios apenas rosados.
Él no había notado nuestra presencia. Sus ojos aún permenecían cerrados. Me acerqué hasta la camilla y me detuve frente a su rostro. Él abrió los ojos de inmediato. Su mirada se iluminó, y sus pupilas se humedecieron al instante.
-Muñeca...
Esa voz. Por un momento el mundo no me importó. Sólo estábamos él y yo. Su español no sonaba forzado, si no que en mis oídos se oía como la melodía más hermosa. "Muñeca". Suya y de nadie más. Exclusiva, y para siempre lo seré.
-Here I am...

Una sonrisa se escapó de nuestros labios. Sí, fue un movimiento mutuo. Otro sentimiento mutuo fue el que prosiguió. Un beso dulce y pronfundo. Todas las sensaciones que ese beso abarcó, son realmente infinitas. Reencuentro. Felicidad. Amor. Alegría. Y por sobre todas las cosas...tranquilidad. Tranquilidad de saber que ahora estamos los dos...nuevamente juntos, con la diferencia de que nadie nos separará. Cueste lo que cueste, yo me quedaré aquí con Bill. No más cobardía, no más escapatorias. Eso quedó en el pasado...y como todos dicen <Lo pasado, pisado>
Aunque por supesto, esta frase sólo hay que tenerla en cuenta para los hechos negativos...es decir, ¿qué persona querría borrar los buenos recuerdos? Bueno...no es mi caso. Es más, quiero recordarlos por y para siempre. La primera mirada, la primera palabra que nos dijimos, el primer abrazo...el primer beso. En fin...todos los buenos momentos, que realmente había disfrutado, los había pasado con él.
-¿Querés decirle algo a Bill?- Ivana quería ayudarme. Seguramente era extraña la imagen que estaba observando. Bill y yo sólo nos mirábamos y nos sonreíamos. Las palabras no hacían falta...pero las miradas sí, porque reconfortan y tranquilizan. Para Bill y para mí, dan una sensación de seguridad inigualable.
-Sí...perdón, es que...lo extrañaba, y...
-Te entiendo...y te escucho.
-Bien...no sé que decir. Antes de decir cualquier otra frase...creo que hay una palabra que abarca todos mis sentimientos en el día de hoy. Perdón. Sólo decile eso. Qué me perdone por haberlo arrastrado al vacío, a la muerte. Pero él demostró ser muy fuerte...y no se dejó arrastrar. Estoy muy orgullosa de él...y cada minuto...más enamorada. La magia que supimos conseguir el primer día no se fue...¡y jamás se irá!

Tal como el primer día en que lo conocí, Ivana comenzó a traducirle todo a Bill. Él escuchaba atento, lanzando sonrisas, suspiros...y alguna que otra lágrima.
Mientras mi muñeco conversaba con Ivana, el doctor abrió suavemente la puerta, avisándonos que teníamos que dejar a Bill sólo, para que descansara y tal vez mañana pueda volver a su casa.
-Camila...antes de irnos, Bill quiere que sepas algunas cosas. Primero, dice que no tienes porqué pedir perdón...ya que él fue el débil que decidió rendirse y salir por el camino más fácil. No debés sentirte culpable. También, quiere decirte que sintió muchísimo tu ausencia, pero que no te preocupes...ya que Tom lo estuvo acompañando día y noche. Tom está enojado con vos, pero dice que es natural y lógico...que no le sigas la corriente. Él es un modelo a seguir en muchísimas cosas, pero es bastante rencoroso...y no tolera que nadie lastime a sus seres queridos. Por último, quiere que sepas que no vé la hora de llegar a casa y empezar una nueva vida con vos...tranquilos, sin deberle nada al mundo. ¡Ah! Y dice que no te preocupes por los asuntos legales...el tema del pasaporte, el documento de identidad...todo se resuelve. Su entorno es muy poderoso, con unos buenos contactos y una buena cantidad de dinero...esos temas se solucionan fácilmente.
-Voy a tener en cuenta cada una de sus palabras...y lo voy a asumir como un consejo. Yo también quiero poder relajarme de una vez por todas...estar con él tranquilos, sin que nadie interfiera en nuestro amor...porque una relación se hace sólo de a dos. Y ahora que descanse...habló mucho...lo único que falta es que ahora se dañe su voz. Yo voy a estar acá...sólo espero que la convivencia con Tom no sea muy difícil. Aunque pensándolo bien...me tendré que acostumbrar, ya que viviré con él también...

La conversación había llegado a su fin. Luego de despedirnos efusivamente, Bill y yo nos sonreímos y finalmente decidí abandonar la sala junto a Ivana.

(Tom)

Una mosca molesta se cruzó ante mis ojos...¡Oh no, cierto! ¡Es Camila!
No quería sermones, ni abrazos, ni disculpas, ni nada de esas cursilerías que seguramente haría ella. Sólo...silencio.
-Tom, Camila anteriormente me comentó que quiere hablar con vos...- Lo único que falta...qué Ivana también me diga que debo hablar con Camila. ¿Quieren pagarme, también? Sería en vano...ya que ni siquiera por diez billones de dólares hablaría con ella.
-¿Y vos seguís pensando que yo voy a mantener un diálogo cordial con ella? No sabía que eras tan ilusa, Ivana...
-Sos grande Tom...¿no te parece que estás actuando como un verdadero inmaduro?
-¿Inmaduro? ¡Realista, diría yo! Mi postura no ha sido modificada...y no pienso cambiarla. Tengo frente a mis ojos a la persona que casi mata a mi hermano, a mi todo...y vos pretendés que yo le hable.
-Al menos no hagas los gestos que estás haciendo...Camila se está dando cuenta de que la estás matando con tus palabras...no es idiota.
-¡Ya sé que no es idiota! Al contrario...¡mirá que bien le salió todo este jueguito! Primero...enamoró a su ídolo. Se ganó el amor completo de parte de mi hermano...y ahora...¡Casa nueva, todos los lujos que quiera, euros por doquier, personal que la atienda todo el tiempo! A mi me costó diez años lograr todo ésto...y ésta maldita lo consiguió en días...estoy sorprendido...por un momento había dudado de su inteligencia.
-¡Yo no puedo creer que pienses todas éstas barbaridades, Tom! Sos un hombre...un adulto...¡realmente no te entiendo! ¿Vos pensás enserio que ella está haciendo todo esto por conveniencia? ¡Abrí los ojos, está enamorada!
-¡Vaya manera de enamorarse...provocando que tu supuesto amor se tome tres frascos de pastillas!
-Bill se enpastilló...él sólo.
-Creo que ésto te lo dije anteriormente...pero lo repito, para que quede bien grabado en tu mente. ¿Bill intentó suicidarse porque dijo "Hoy es un lindo día para matarme"?
-No seas sádico...no digas esas cosas.
-Respondeme, Ivana.
-Bien, lo acepto, Bill intentó matarse porque Camila tuvo que volver a Argentina...
-No,no...te equivocás...Bill intentó suicidarse porque Camila no quiso luchar por él y decidió lavarse las manos, hacerlo todo fácil...¡y escapar!
-Camila tiene quince años, una madre, una familia, amigas...y una vida.
-¿Alguna vez estuviste enamorada?
-Sí...¿porqué?
-¿No hubieses sido capaz de dejar todo por esa persona?
-Tom, me estás preguntando algo muy difícil...
-¡Respondeme! ¿Acaso cuando uno no está enamorado, no promete dejar todo por esa persona? ¡Cuando amás a alguien, sólo querés ser feliz junto a tu amor! Y mirá que yo no sé mucho de estas cosas...asi que si yo, Tom Kaulitz, lo sé...es porque cualquier persona lo puede saber.
-Me mareás...eso es. Vamos a hablar de esto más tarde, en privado...y si es posible, al menos por una cuestión de educación...¡sin Camila enfrente!
-Parece que te estás contagiando de alguien...esquivando preguntas, callándome...
-Me cansás, realmente...
-A mi me agotan tantas cosas...
-Iré a tomar un café a la puerta de la clínica...¿querés uno? Te vendría perfecto para tranquilizarte un poco...
-No...no quiero nada. Bueno...alguna gaseosa, pero sólo si te es fácil conseguirla. Agarrá dinero de mi billetera...está en mi mochila. Y por favor...¡andá con Camila! No vaya a ser cosa que la dejes acá conmigo...

Definivamente, si Ivana y Camila no hubiesen desaparecido en ese momento, me habría dado un paro cardíaco. ¡Son increíbles los nervios que puedo llegar a sufir por una maldita de quince años!
Para colmo...la tendré que tolerar todos los días...en mi casa, en mi espacio...mintiéndole a mi hermano...aprovechándose de todo...¡de absolutamente todo!
Por lo único que estoy dispuesto a aguantar todo esto...es por Bill.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Capítulo 23

¡ATENCIÓN!
Durante este capítulo los cambios de narradores se señalarán mediante paréntesis.
¡Gracias por leer!

(Tom)
Hacía mucho frío afuera de la clínica...pero los vicios son vicios, y cuando tengo un cigarrillo en mi mano soy capaz de tolerar todo tipo de temperaturas y estadíos de la naturaleza. Quitaba mi ansiedad...mis ganas de saberlo todo en este momento. Yo era una persona bastante hiperactiva...inquieta. En mi opinión, el hecho de que yo fume beneficia a todas las personas que me rodean...de lo contrario...tendrían que soportar a un Tom totalmente diferente. Histérico, gritón...algo así como una mujer en su período.
La última vez que me había prendido un cigarrillo fue luego del infarto que sufrió Bill. Pero hoy era un nuevo día...distinto y positivo. Bill seguía internado...pero estaba conciente. Hablaba, reía, comía. Era una sensación realmente hermosa la de verlo de nuevo aquí conmigo. Cuando él tomaba mi mano y me sonreía aún me parecía algo ficticio. Me parecía que era un sueño...pero no. Él estaba bien. Mi madre tenía razón..."después de cada tormenta, el sol saldrá y su luz será tan grande que te cegará".
Ahora Bill valorará mucho más su vida. Querrá vivirla al máximo. Y yo estoy dispuesto a acompañarlo, como siempre lo hice...y como siempre lo haré. Al fin y al cabo...seríamos compañeros por toda la vida.
Yo creo que cuando uno pasa por momentos tan malos...se vuelve inmune a muchas otras cosas. Tanto dolor...serviría de algo. Ahora nada podía destruírme. Si no me derrumbé al ver a mi hermano gemelo prácticamente muerto...entonces podía enfrentar la vida sin miedos. Era mucho más fuerte, y Bill también.
Cuando la felicidad finalmente puede salir del aprieto y regresar a nuestro alma...cuando la alegría logra escapar del laberinto y encontrar una salida...nos sentimos renovados, limpios...fuertes. Todo pasa...a su debido tiempo...pero tarde o temprano la vida vuelve a ser un boomerang. Vuelven las malas acciones...vuelven las buenas acciones...pero todo vuelve.
Aquí estoy...preparado para la siguiente pelea, para el siguiente golpe. Lo que a uno no lo mata...lo fortalece. Eso siempre se encargaba de repetirlo mi padrastro.
Nunca hay que nadar en el dolor...porque uno nunca sabe si en una situación de riesgo sabremos nadar. En la vida podemos ser fuertes, poderosos, hermosos, adinerados...pero cuando  realmente la oscuridad llega...nos volvemos tan básicos...No necesitamos nada...sólo nos importa el dolor, empañárnos en lágrimas y creer que no hay salida alguna. Lo acepto...a simple vista parezco un hombre perfecto. Buen trabajo, belleza, mujeres por doquier, ropa, una casa realmente enorme...pero...¿eso realmente reflejaba lo que era mi vida? ¿Eso realmente refleja a Tom Kaulitz? La respuesta no la sé...pero quiero descubrirla. Quiero sentirme yo mismo...quiero sentir que pertenezco a este ambiente. Estoy dispuesto a descubrirlo en esta vida que desde hoy comenzaría. Sin rencores, sin temores...sólo siendo yo...disfrutando de tener a mi hermano sonriendo y demostrándole al mundo lo fuerte que es.

-¡Tom! ¡Tom! - Si mi nombre no hubiese resonado fuertemente en mi cabeza...hubiese seguido con la cadena de pensamientos.
-¿Ivana?- Sí...al alzar la vista me dí cuenta de que la figura de nuestra traductora y amiga se acercaba más y más. Pero ella no estaba sóla. La acompañaba nada más y nada menos que Camila...
Cuando con Ivana decidimos saludarnos...Camila sólo me miró. Yo era un hombre cordial...asi que también la saludé a ella...porque "Lo cordial no quita lo valiente"...¿no es así?
-Ivana...si ella quiere ver a Bill, vengan conmigo.
-Muy bien Tom...vamos.

Camila me sonrió. Un momento...¿se pensaba que yo le devolvería esa sonrisa? ¡Jamás lo haría!
-Tom, Camila quiere saber como está Bill...¿podrías decirle?
-Lo comprobará cuando lo vea. Ivana, por favor...no quiero dirigirle la palabra. Bill está bien...pero no soy ningún médico como para tener un diagnóstico en mis manos. ¡Qué espere!
-No seas tan duro con ella...es una buena persona.
-¿Buena persona? ¡Ivana por favor! Es una cobarde...y a mi ese tipo de personas me dan asco, ¿entendés? No soy duro con ella...sólo quiero que aprenda que jamás debió lastimar así a mi hermano.
-Tom...estás ciego...por todo esto que pasó ni siquiera podés ver la realidad...
-Hay una sóla realidad, y te aseguro que la ví mejor que nadie al ver a mi hermano tirado sobre una cama con un frasco de pastillas en la mano, ¿está bien? Lo único que falta es que ahora me discutas eso...
-No te voy a discutir eso, sólo te estoy diciendo que estás culpando a una joven de 15 años que lo único que quiere hacer es amar a Bill durante toda su vida.
-¡Pero te llenó  la cabeza con toda esa mierda!
-Tom, bajá la voz...estamos en un hospital. Además, el hecho de que estemos hablando en alemán no quita que Camila dé por obvio que estamos hablando de ella.
-No tengo necesidad de ocultar nada...es más, pienso decirle todas estas cosas cara a cara. Sobrepasó un límite Ivana...no sé como no lo podés entender.
-¡Ella no sobrepasó ningún límite Tom! ¡Bill intentó suicidarse por su propia cuenta!
-¿Ah si? ¿Y Bill se suicidó simplemente porque dijo "Hmm...hoy tengo ganas de matarme"? ¡No! ¡Bill intentó matarse porque esta cobarde que tenés al lado lo abandonó! ¡Se escapó!
-Por Dios...las cosas que decís. Todos sabemos que Bill no es una persona muy fuerte, Tom. Es...débil.
-¿Débil? ¿Una persona que no es fuerte sale de todo esto? ¡Y luego me decís que yo soy el ciego! Ivana...te aseguro que Bill es más fuerte que todo un ejército junto. Salió de un intento de suicidio que casi le cuesta la vida...y de un paro cardíaco. ¡Hizo todo esto sólo!
-No tiene sentido seguir discutiendo con vos...sos un orgulloso.
-Sí, muy orgulloso...pero no tolero a las personas que manipulan la mente de otras, ¡y Camila hizo eso con vos!
-No soy tan idiota como para que alguien me manipule la mente. Vos quedate con tu postura, y yo haré lo mismo. No discutamos más...lo único que falta es que ahora haya conflictos entre nosotros.
-Está bien...hablaremos de esto más tarde.

Habíamos llegado al piso de terapia intensiva. El médico nos esperaba.
-Doctor...ella es Ivana, es la traductora de la banda pero es muy amiga de Bill. Y ella es...Camila.
-Señor Kaulitz, ¿la joven es pariente de su hermano?
-N...no. Es algo así como su novia. Pero no lo es...
-¡Sí, doctor, es su novia!- Ivana había intervenido en la conversación. Todos me sacaban de quicio.
-Sólo pueden pasar dos personas a ver al paciente...
-Doctor, yo me quedaré aquí, que pasen ellas dos...Ivana, decile a Bill que estoy acá, que no me fui a ningún  lado, ¿sí?
-Está bien Tom...nos vemos luego.

Ivana y Camila desaparecieron por el pasillo.

Hoy comprobé una vez más...que Camila es muy básica...actuaría como una buena persona para engañarme. Engañó y sigue engañando a mi hermano...y encima piensa que es capaz de engañarme a mí...¡Haz el intento! Y veremos como te va...

Capítulo 22

¡ATENCIÓN!
Durante este capítulo los cambios de narradores se señalarán mediante paréntesis.
¡Gracias por leer!

(Tom)

-Le...le dijiste qué...- Dos cosas se combinaban en mi hermano. Primero, la dificultad para hablar. Segundo, la gran sorpresa. Seguramente esperaba de mí este acto...él sabía que yo a Camila no la quería ver ni a mil kilómetros de distancia.
-Sí Bill...pensé en vos, no en mí.

Su sonrisa era algo mágico. Nada más gratificante que verlo sonreír después de tanto sufrimiento.
-Gracias...enserio...
-No hace falta que me agradezcas Bill...pero...hay algo que quiero preguntarte. ¿La vas a perdonar? Después de todo lo que te hizo...
-¿Q...qué? Tom, estás diciendo incoherencias...ella...- Cuando hablaba tosía, carraspeaba. No era bueno que esfuerze tanto su voz.
-Bill, podemos hablar de esto más tarde...tenés que descansar.
-N...no. Ella...ella no me hi...hizo nada. Yo sólo me provoqué todo...todo esto.
-No Bill...estás confundido y te culpás por lo que hiciste. Pero ella fue quién te abandonó. Siempre te quejaste de la cobardía...especialmente en el tema del amor...y ahora vas a perdonar a una persona que eligió el camino más fácil...¡escapar!

Mi hermano suspiró. Su voz era muy débil. Lo dejaría descansar, ahora que estaba seguro, y sabía que él estaba bien.

-Bien...voy a estar afuera, esperando cualquier novedad. El médico cuidará de tí...y las enfermeras también, asi que sólo relájate...pronto volveremos a casa.
-Está bien...gra...gracias To...Tom.
-Te dañarás tu hermosa voz si seguís hablando...¿sabés? Y lo peor de todo es que me agradecés...Bill, yo siempre te dije que estaría para vos...día y noche, si hace frío o calor, si estás bien o si estás mal...si querés reír o llorar...a mi no me importa. Yo siempre voy a estar con vos...pese a todo lo que hagas...pese a todo lo que digas.

Me levanté de la silla. Luego de acomodarla me despedí de mi hermano para que descansara. Pronto podríamos volver a casa. Pronto podríamos comenzar una nueva vida...olvidándonos de este episodio tan perturbador y tan perverso.
Sin embargo, aunque comenzáramos una vida nueva, repleta de buenos momentos, de amor, de amistad y de familia...en mi mente siempre estaría ese día. Ese momento tan doloroso...al verlo rendido sobre los pies de la cama, sin nadie a quien abrazar o besar. ¿Por qué? ¡Porque ella lo había dejado!
A mi la psicología barata no me servía...asi que cualquier estúpido que venga a decirme que yo culpo a Camila porque yo no quiero asumir esto y lo otro...puede cerrar la hermosa boca que Dios le dió y marchase para analizar a un ignorante que crea todo su palabrerío.
Yo la culpaba a ella de una manera racional y lógica. Era una cobarde...y a mí siempre me enseñaron a ser frontal y valiente. Eran dos choques, dos personalidades diferentes, pero no me importaba. No veía la hora de decirle todo esto frente a frente. Quería...quería ver sus gestos confusos y de víctima...cómo diciendo: "¿Pero por qué me dice esto a mí, si yo no hice nada...?" Claro...¡hiciste todo! Primero...ella se encargó de enamorar a mi hermano, de encadenarlo y atárselo. Él está preso, y jamás podrá salir de este supuesto amor. Pero para mí...Camila no lo ama. Simplemente es una adolescente con su típico período de "histeria musical". Dentro de unos meses querrá eliminar a Bill de su vida...sólo quedarse con parte de su dinero, de sus pertenencias. Estoy seguro que todos los días se sentará sobre una silla a escribir en Internet qué ropa interior usa mi hermano, cómo besa, cómo abraza...¡Dios! Juro que si Bill tuviese a una buena persona al lado...yo estaría feliz. Pero una mujer que realmente ama a un hombre no provoca algo tan horrible como un intento de suicidio. Mi hermano no pudo más...porque ella no quizo poder más. Ella buscó el camino más fácil. Intentó escapar. Pero no...yo quiero que vuelva...para que sepa qué tan malo puedo ser...qué tan orgulloso puedo ser. Ella creía conocerme. Claro...mediante...¿pósters? mediante...¿entrevistas? ¡Pero qué manera tan mediocre de intentar conocer a alguien! Lo peor de mí no lo conocía nadie...pero creo que próximamente haré una exepción. Digo...a las personas malas...y que no valen la pena...hay que darles una buena lección para que aprendan...¿no? Y si no aprenden...las cosas se ponen feas. Muy feas.
Yo sólo quería que ella sea conciente de algo...a mi hermano...¡no lo lastima nadie!
Me comprometo a hacerle la vida imposible a Camila. Por supuesto...soy un actor de muy buena calidad. Puedo mostrarme educado, aplicado y gentil...arrepentido de todo lo que una vez le dije por teléfono...pero pronto se enterará de todo lo que pienso de ella...si es que no lo supone.

(Camila)

Quería desabrocharme el citurón y simplemente saltar del avión. Sólo quería verlo...ver a mi muñeco...aquel que dejé abandonado. Hoy lo recuperaría. Volvería a ver sus ojos repletos de vida...iluminados...siempre tan expresivos. Volvería a ver su sonrisa...aquella que me devolvió la vida desde que la ví por primera vez. Volvería a saber lo que es ser feliz...y lo que es estar enamorada de alguien que se complementa perfecto en mi vida.
El avión estaba aterrizando...pero eso sólo me provocaba más ansiedad.
Tom no estaría en el aeropuerto de Frankfurt...él estaba apoyando a Bill. Ivana me estaría esperando.
Aún tenía una incógnita por resolver. ¿Cómo haría para mirar a Tom? ¿Cómo le pediría perdón? Jamás comprendería....pero...lo entiendo. Es lógico...Bill intentó matarse por mí. No había otra razón. Sólo por una tonta que elegió abandonar a su amor...antes que luchar por él.

Una mujer se acercó a mí. Hablaba inglés. Me preguntó varias veces porqué estaba sóla...si tenía familia, padres, amigos...o alguien que estuviese aquí conmigo. Yo mentía. Decía que sí...sólo para no tener conflictos legales. Tom había arreglado todo y yo debía pasar desapercibida entre todos los pasajeros. Una vez más...se demostró que con el dinero...la gente quiebra sus pensamientos en una milésima de segundo. A mi lo material nunca me importó. Siempre tuve una filosofía humilde. Prefiero tener provisiones de abrazos, de risas y por sobre todas las cosas...de amor. La sociedad es muy básica...todos podíamos descifrarla sin necesidad de ser Einstein.

El avión se había detenido. Las azafatas hacían señas por todos lados...pero lo único que hice fue quitarme el cinturón. Quería salir de allí, encontrarme con Ivana e ir al hospital de una buena vez.


Al abandonar el avión, hice los debidos controles. Pero nadie me miraba, sólo me hacían señas y más señas para que pasara sin mirar a nadie. Definitivamente...Tom era un experto en manipular a la gente. Todo había salido perfecto. Pero él no lo hacía por mí. Lo hacía por Bill...y eso demostró una vez más el tipo de persona que es...inigualable.

-¡Hey! - Esa voz me parecía conocida...

Me giré sobre mi propio eje unas cuentas veces...hasta que pude distinguir de quién se trataba. Era Ivana. Nos saludamos con un fuerte abrazo...ya que después de todo...ella era la primera persona que yo había conocido antes de subir al bus...a exepción de Klaus, por supuesto. Además, compartir el mismo idioma facilitaba las cosas...yo me sentía más libre al poder expresar lo que realmente sentía.
-¿Cómo has estado?- Fue lo primero que se me ocurrió.
-Bueno...mas o menos...con todo esto de Bill es bastante difícil estar bien y todo eso...
-Por supuesto...es muy difícil.
-¿Pudiste comunicarte con Tom hoy?
-No, no pude hacerlo. Sólo hablé con él antes de partir hacia aquí...pero...nada más.
-Oh...entonces no sabes lo que ha sucedido con Bill- En ese momento mi corazón dió un vuelvo. ¿Qué...qué era lo que había pasado con Bill?
-Qué...¿Qué sucedió? No me asustes Ivana...
-No, no tengas miedo. Bill está mejor...está conciente y puede hablar un poco. Bueno, los médicos no lo recomiendan...pero él quiso hablar con Tom.
-¡Por un momento casi muero! ¡Creía que había empeorado! ¡Es...es la mejor noticia que alguien me pudo haber dado! Esto es genial...al fin...al fin algo positivo.
-Sí...realmente...al fin. Si supieses lo duro que fue para Tom. Y lo sigue siendo...pero durante esas horas... cuando Bill estuvo al borde de la muerte...¡Dios! Tom no hablaba, no tomaba, no comía...¡ni siquiera durmió! Pobre...debe estar destrozado.
-Él... realmente es una muy buena persona.
-Totalmente. Lo es...y siempre lo será. Está un poco enajado con vos...pero es lógico. Él es muy protector con respecto a Bill...y cuando le hacen daño a su hermano...a él le duele el triple.
-Lo entiendo...fui tan cobarde...
-No te negaré eso...pero todos tenemos personalidades diferentes. Reaccionaste de esa manera porque tu personalidad es así...y ya. No hay que ser rencorosos con nosotros mismos...sólo déjalo ir. Ahora vamos al hospital...Bill está ansioso por verte, créeme.