viernes, 19 de noviembre de 2010

Capítulo 23

¡ATENCIÓN!
Durante este capítulo los cambios de narradores se señalarán mediante paréntesis.
¡Gracias por leer!

(Tom)
Hacía mucho frío afuera de la clínica...pero los vicios son vicios, y cuando tengo un cigarrillo en mi mano soy capaz de tolerar todo tipo de temperaturas y estadíos de la naturaleza. Quitaba mi ansiedad...mis ganas de saberlo todo en este momento. Yo era una persona bastante hiperactiva...inquieta. En mi opinión, el hecho de que yo fume beneficia a todas las personas que me rodean...de lo contrario...tendrían que soportar a un Tom totalmente diferente. Histérico, gritón...algo así como una mujer en su período.
La última vez que me había prendido un cigarrillo fue luego del infarto que sufrió Bill. Pero hoy era un nuevo día...distinto y positivo. Bill seguía internado...pero estaba conciente. Hablaba, reía, comía. Era una sensación realmente hermosa la de verlo de nuevo aquí conmigo. Cuando él tomaba mi mano y me sonreía aún me parecía algo ficticio. Me parecía que era un sueño...pero no. Él estaba bien. Mi madre tenía razón..."después de cada tormenta, el sol saldrá y su luz será tan grande que te cegará".
Ahora Bill valorará mucho más su vida. Querrá vivirla al máximo. Y yo estoy dispuesto a acompañarlo, como siempre lo hice...y como siempre lo haré. Al fin y al cabo...seríamos compañeros por toda la vida.
Yo creo que cuando uno pasa por momentos tan malos...se vuelve inmune a muchas otras cosas. Tanto dolor...serviría de algo. Ahora nada podía destruírme. Si no me derrumbé al ver a mi hermano gemelo prácticamente muerto...entonces podía enfrentar la vida sin miedos. Era mucho más fuerte, y Bill también.
Cuando la felicidad finalmente puede salir del aprieto y regresar a nuestro alma...cuando la alegría logra escapar del laberinto y encontrar una salida...nos sentimos renovados, limpios...fuertes. Todo pasa...a su debido tiempo...pero tarde o temprano la vida vuelve a ser un boomerang. Vuelven las malas acciones...vuelven las buenas acciones...pero todo vuelve.
Aquí estoy...preparado para la siguiente pelea, para el siguiente golpe. Lo que a uno no lo mata...lo fortalece. Eso siempre se encargaba de repetirlo mi padrastro.
Nunca hay que nadar en el dolor...porque uno nunca sabe si en una situación de riesgo sabremos nadar. En la vida podemos ser fuertes, poderosos, hermosos, adinerados...pero cuando  realmente la oscuridad llega...nos volvemos tan básicos...No necesitamos nada...sólo nos importa el dolor, empañárnos en lágrimas y creer que no hay salida alguna. Lo acepto...a simple vista parezco un hombre perfecto. Buen trabajo, belleza, mujeres por doquier, ropa, una casa realmente enorme...pero...¿eso realmente reflejaba lo que era mi vida? ¿Eso realmente refleja a Tom Kaulitz? La respuesta no la sé...pero quiero descubrirla. Quiero sentirme yo mismo...quiero sentir que pertenezco a este ambiente. Estoy dispuesto a descubrirlo en esta vida que desde hoy comenzaría. Sin rencores, sin temores...sólo siendo yo...disfrutando de tener a mi hermano sonriendo y demostrándole al mundo lo fuerte que es.

-¡Tom! ¡Tom! - Si mi nombre no hubiese resonado fuertemente en mi cabeza...hubiese seguido con la cadena de pensamientos.
-¿Ivana?- Sí...al alzar la vista me dí cuenta de que la figura de nuestra traductora y amiga se acercaba más y más. Pero ella no estaba sóla. La acompañaba nada más y nada menos que Camila...
Cuando con Ivana decidimos saludarnos...Camila sólo me miró. Yo era un hombre cordial...asi que también la saludé a ella...porque "Lo cordial no quita lo valiente"...¿no es así?
-Ivana...si ella quiere ver a Bill, vengan conmigo.
-Muy bien Tom...vamos.

Camila me sonrió. Un momento...¿se pensaba que yo le devolvería esa sonrisa? ¡Jamás lo haría!
-Tom, Camila quiere saber como está Bill...¿podrías decirle?
-Lo comprobará cuando lo vea. Ivana, por favor...no quiero dirigirle la palabra. Bill está bien...pero no soy ningún médico como para tener un diagnóstico en mis manos. ¡Qué espere!
-No seas tan duro con ella...es una buena persona.
-¿Buena persona? ¡Ivana por favor! Es una cobarde...y a mi ese tipo de personas me dan asco, ¿entendés? No soy duro con ella...sólo quiero que aprenda que jamás debió lastimar así a mi hermano.
-Tom...estás ciego...por todo esto que pasó ni siquiera podés ver la realidad...
-Hay una sóla realidad, y te aseguro que la ví mejor que nadie al ver a mi hermano tirado sobre una cama con un frasco de pastillas en la mano, ¿está bien? Lo único que falta es que ahora me discutas eso...
-No te voy a discutir eso, sólo te estoy diciendo que estás culpando a una joven de 15 años que lo único que quiere hacer es amar a Bill durante toda su vida.
-¡Pero te llenó  la cabeza con toda esa mierda!
-Tom, bajá la voz...estamos en un hospital. Además, el hecho de que estemos hablando en alemán no quita que Camila dé por obvio que estamos hablando de ella.
-No tengo necesidad de ocultar nada...es más, pienso decirle todas estas cosas cara a cara. Sobrepasó un límite Ivana...no sé como no lo podés entender.
-¡Ella no sobrepasó ningún límite Tom! ¡Bill intentó suicidarse por su propia cuenta!
-¿Ah si? ¿Y Bill se suicidó simplemente porque dijo "Hmm...hoy tengo ganas de matarme"? ¡No! ¡Bill intentó matarse porque esta cobarde que tenés al lado lo abandonó! ¡Se escapó!
-Por Dios...las cosas que decís. Todos sabemos que Bill no es una persona muy fuerte, Tom. Es...débil.
-¿Débil? ¿Una persona que no es fuerte sale de todo esto? ¡Y luego me decís que yo soy el ciego! Ivana...te aseguro que Bill es más fuerte que todo un ejército junto. Salió de un intento de suicidio que casi le cuesta la vida...y de un paro cardíaco. ¡Hizo todo esto sólo!
-No tiene sentido seguir discutiendo con vos...sos un orgulloso.
-Sí, muy orgulloso...pero no tolero a las personas que manipulan la mente de otras, ¡y Camila hizo eso con vos!
-No soy tan idiota como para que alguien me manipule la mente. Vos quedate con tu postura, y yo haré lo mismo. No discutamos más...lo único que falta es que ahora haya conflictos entre nosotros.
-Está bien...hablaremos de esto más tarde.

Habíamos llegado al piso de terapia intensiva. El médico nos esperaba.
-Doctor...ella es Ivana, es la traductora de la banda pero es muy amiga de Bill. Y ella es...Camila.
-Señor Kaulitz, ¿la joven es pariente de su hermano?
-N...no. Es algo así como su novia. Pero no lo es...
-¡Sí, doctor, es su novia!- Ivana había intervenido en la conversación. Todos me sacaban de quicio.
-Sólo pueden pasar dos personas a ver al paciente...
-Doctor, yo me quedaré aquí, que pasen ellas dos...Ivana, decile a Bill que estoy acá, que no me fui a ningún  lado, ¿sí?
-Está bien Tom...nos vemos luego.

Ivana y Camila desaparecieron por el pasillo.

Hoy comprobé una vez más...que Camila es muy básica...actuaría como una buena persona para engañarme. Engañó y sigue engañando a mi hermano...y encima piensa que es capaz de engañarme a mí...¡Haz el intento! Y veremos como te va...

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