miércoles, 27 de octubre de 2010

Capítulo 4

¿Cómo describir esa sensación? Era algo mágico. Él era tan hermoso, tan delicado, tan dulce, tan perfecto...parecía ser alguien ficticio. Pero no. Aunque por momentos creía que era un ángel, era un hombre. Mi hombre.
Sentía los latidos de su corazón. Fuertes. Golpeaban su pecho. Estaba nervioso. Yo estaba muda, y supuse que eso le incomodaba. Presentía que él no sabía que podría responder. Pero...sólo una persona demente podría rechazar ser parte de la vida de un ángel.
-Bill, I can feel it. Hold on...I'm here, by your side...like the song...-Y era cierto. Yo lo había estado acompañando desde que había marcado mi vida cuando escuché su música por primera vez. Desde ese momento prometí jamás abandonarlo. Jamás dejarme guiar por los prejuicios y las opiniones de otras personas. Siempre me dije a mi misma: "Nunca, nunca lo abandones. No escuches lo que dicen de él." Iba a ser así por siempre. Estaba encadenada a él.
Bill sonrió. Quitó mi mano de su corazón y me miró.
-Ca...- Pero algo interrumpió. Ese algo era nada más y nada menos que mi estúpido celular. ¿Justo ahora? ¿Justo cuando Bill quería hablarme? Mejor que sea algo importante, de lo contrario...
Bill comenzó a reírse, ya que la melodía de mi celular era una canción de su banda. Como era de esperarse.
-Sorry Bill...
-Yes, don't worry, I'll wait.- ¡Oh por dios! ¡¿Quién haría esperar a Bill Kaulitz?! Bueno...yo.
-Hola...- Mi tono irritado era notorio. Tuve que alejarme el teléfono de mis oídos por que la voz del otro lado del teléfono casi me deja sorda.
-¡Cami! ¡Cami! ¡Soy Barbi! ¿Seguís ahí? Me tenés que contar todo. Al menos me hubieses hecho subir así charlaba con el resto de los chicos y moría en el intento, ¿No?- ¡Sí! Era Barbi. Pobre...la había dejado sola...pero ella comprendía que era un acontecimiento más que importante.
-Barbi, si te digo algo...¿Me prometés que no te vas a desmayar?- Esto sí que iba a ser duro...
-No me asustes...- Su voz cambió de tono.
-¡Tengo a Bill enfrente! ¡Está acá! ¡Me puso mi mano en su corazón y, y...y...- Calmáte. Camila...¡Calmate!

Fue inútil haberle dicho que se lo tome tranquilamente. Su grito fue más fuerte que el de una actriz en plena persecusión en una película de terror. Por un momento temí por la vida de mi amiga. No lo digo en broma.
-¿C...c...me ahogo...cómo? ¿Bill? ¡Quiero saludarlo!- Estaba enloqueciendo.
-Pero Barbi...- Intentaba calmarla.
-Me...me duele el pecho. Me siento mal. Tengo a...-Su voz se quebraba facilmente...
-¿Tenés a...?
-Tengo a Sol, ac...acá, al lado m...mío, y, y...dice si viste a Tom y si conociste al resto de la banda y si Bill te dió un beso y si, y si...- ¿Cuántos "Y sí" podía nombrar Barbi en menos de cinco segundos? Próximamente entraría en el libro de los records Guiness...
-Decile que lo conocí, que es realmente precioso...y también conocí a los otros chicos. Son todos muy, muy, pero muy agradables, muy educados...pero Bill no me dio un beso...estoy hablando con él...me cantó- Mientras le contaba lo que había sucedido a mis amigas, mis ojos nuevamente, se llenaban de lágrimas.
-¡¿Cómo que te cantó?!- Si Barbi no lo podía creer...y Sol tampoco...entonces yo, menos...
-Sí, me cantó. Compuso una canción al instante...para mí.
-¡Es tan dulce! ¡Escuchame! ¡Te esperamos acá...es tarde, acordate que debés volver a Chascomús...tu mamá me mandó mensajes pero yo le dije que estabamos comiendo y que mañana saldríamos para allá...- Chascomús. Mamá. Vuelta. Viaje. No había pensado en nada todavía...Bill...Bill se iría también...
No tuve tiempo de contestar. Mi celular se había quedado sin batería. Perfecto. Siempre con esa buena suerte tan característica mía...
Bill me había estado esperando. Con las piernas cruzadas y la mirada clavada en mí. ¿Me había estado mirando durante toda mi conversación? Seguramente había notado mi cara de desquiciada cuando lo nombraba...
-Bill...I'm sorry, but, She was Barbi...she's my best friend. She's outside with another best friend...Sol...- No sabía como disculparme.
-Oh...It's Ok. You know...my brother needs a girl...but, just for...- Siempre preocupándose por su hermano, que lindo...
Reí. Barbi no iba a estar dispuesta a estar con Tom sólo para eso. Además ella estaba loca por Bill. Aunque ahora comprendía que era mío. Ella no tenía problemas con ello y nunca los tendría. Pero Sol...bueno Sol tal vez sí, ella...tendría que hablarlo...
-Hahaha...Sol...She likes Tom...so, but so much...his body, his lips...She's crazy...- Un poco loca. Una loca simpática. Completamente loca por Tom. Pensandolo bien...no iba a tener necesidad de preguntarle nada a Sol. Es...es Tom.
-Oh really? Well He...- Pero unos pasos interrumpen nuevamente nuestra conversación. Era Ivana.
Comienza a hablar con Bill. Bill se pone serio. Algo triste diría yo.
-Cami...-Ivana me había nombrado.
-Hmm...- Sabía que no me gustaría lo que se estaba por venir.
-Bill debe...debe irse para el hotel. Mañana deben volar a Francia. Deben continuar con el tour. Ya sabes...esto funciona así, van para todos lados, todo el tiempo...- No...no...
Bill interrumpió a Ivana. Se puso de pie. Tomó un papel, un bolígrafo. Escribió sobre la hoja de papel, la dobló y se la entregó a Ivana.
-Bill dice que no quiere distanciarse, no quiere estar lejos tuyo...dice que, hoy, esta noche, ha sentido algo en su pecho, tiene una sensación que según él jamás había tenido...siente que eres la indicada.- ¿La indicada?
Necesito entender todo esto. La indicada. Yo había leído muchas, muchas, pero muchas entrevistas dónde Bill hablaba sobre su alma gemela. Yo...¿soy...su alma gemela que tanto esperaba? Ahora sí que me desmayo...
-Y además...-Continuó Ivana- Quiere que guardes este papel. Es su dirección de correo electrónico. No la tiene nadie. Sólo su familia y su mejor amigo. Cuídala mucho, es confidencial. Quiere que hoy hablen. Él estará con la computadora en el hotel. Tiene cámara web.
Ivana me dio el papel. Qué letra tan hermosa...de intectual, de artista...lo guardaría bajo llave si es necesario. Hoy mismo hablaría con él. Una completa locura.
-Listo, lo guardo acá. Lo voy a cuidar mucho, lo prometo. Ivana, por favor...decile a Bill que muero por hablar con él hoy. Qué no me defraude, qué se conecte y...¿Qué estoy diciendo? ¡No le digas eso! Yo se que él no miente...sólo decile que fue la mejor noche de mi vida...y que todo esto parece un sueño...y que, que lo amo, mucho. No. Mucho no. Muchísimo.
Ivana comenzó a traducirle a Bill. Él escuchaba atento.
-Bueno chicos...deben...
-Despedirnos, lo sé- Mi cara reflejaba resignación, tristeza.
El rostro de Bill era similar al mío. Los dos estabamos tristes.
-Adiós Cami...-Bill se acercó, me abrazó. Repito. Me abrazó. Fue el abrazo más dulce que me habían dado. Inolvidable. No me soltaba. Yo tampoco a él. Lo único que yo hacía era llorar. Creo...creo, que el sollozaba sobre mi hombro. Me lo comería vivo, era tan tierno...
Luego de varios minutos, y no exagero...nos separamos. Puso sus manos sobre mis mejillas. Acarició una de ellas suavemente. Cerró los ojos. Se acercó lentamente a mis labios y presionó los suyos fuertemente. Sí. Me había dado un beso. Sus labios eran suaves. Se separó. Me volvió a mirar y sonrió.
Finalmente decidimos que ya era hora de que deje el tour-bus.
-A...adiós...-Él había intentado hablar español. Le salía bien.
-Tschüs...mein Liebe- Si no me falla la memoria...Barbi me había dicho, una tarde en mi casa...que "Mi amor" se decía así. Y que "Chau" también se decía así. Ahora...si yo lo había pronunciado bien era otra cosa. Probablemente había hecho un papelón de aquellos...
Ivana me condujo hacia las escaleras del tour-bus. Bill y yo nos miramos por última vez...esa noche. Él me sonrió. Ivana me dió un beso en la mejilla.
-Ah...cami...-Dijo antes de que yo descendiera del bus.
-Ajam...
-Voy a hacer todo, pero todo lo posible para que te puedas contactar con Bill todos los días. ¿Sí? Siento que eres...como dijo él...la indicada. -Deinitivamente Ivana era divina...tan cordial...
-Muchas gracias...enserio, me harías muy feliz. Yo prometo darle todo el amor que él necesita- Lo decía enserio.
-No lo dudo...-Dijo con una sonrisa.
-Chau, y...¡Gracias!- Es lo único que podía decir.
-No me agradezcas. Tomá mi número de celular...cualquier cosa...me llamás. Sea la hora que sea.

Nos despedimos. La puerta del bus se cerró. Me giré y comenzé a caminar. A pensar. Pero de pronto, dirijo la mirada hacia la esquina...¿Eran ellas? ¡Por supuesto!
Era hora de contarle a Barbi y a Sol todo esto. Me encargaría de llevar sedantes, tranquilizantes, tubos de oxígeno...y de tener a mano el número del hospital más cercano...

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