miércoles, 27 de octubre de 2010

Capítulo 5

Comenzé a correr. La ansiedad me dominaba completamente. Estaba totalmente nerviosa, sentía mis piernas temblar. No era cociente de lo que había sucedido. Tal vez...tal vez mañana pueda pensar un poco más. Quería ver a mis amigas, descargarme, gritar, llorar, reír y reír...tanta felicidad...nada podía arruinar este momento.
Rapidamente llego dónde estaban ellas. Se ponen de pie y me abrazan. Las tres comenzamos a gritar. ¿Un poco de ayuda para establecer una buena imagen mental? Bien...eramos tres chicas, tres adolescentes, abrazadas casi como una albóndiga...gritando palabras incoherentes que se asemejaban a un idioma inventado. Nosotras nos entendíamos. No había nadie en la calle. Hacía calor...mucho calor. Algunos turistas tal vez...pero, nadie más. Sólo nosotras gritando como locas en el medio del centro porteño.
Nos separamos. Nos miramos. Éramos cómplices. Barbi y Sol me miraron fijamente, levantando una ceja cada una...expectantes...

-¿Tienen tiempo...? -Dije, riéndome.
-¡Mucho!-Dijeron las dos a la par.

Era inseguro estar allí. Debíamos tomar un taxi. Iríamos a la casa de Barbi. El viaje iba a ser largo. Unos 45 minutos tal vez...según Barbi.
Luego de frenar a un taxi, tomé la palabra...

Bien. Habían pasado exactamente 40 minutos. 40 minutos de puro silencio de parte de Barbi y Sol. Yo había estado hablando durante todo ese tiempo...como una radio. No me habían interrumpido ni una sóla vez. Estaban atónitas, mudas, parecían ahogarse con cada oración que yo terminaba. Sol cada vez que yo nombraba a Tom gritaba y el taxista se asustaba. Barbi gritaba cada...¿dos segundos? Pobre taxista. Pobre hombre. Pero...si él pudiese entender lo que tiempo antes me había sucedido...En realidad, sólo ellas dos lo podrían entender. Nadie más.
Cuando terminé mi relato, mis amigas parecían estar muertas en vida. No hablaban. Ni siquiera pestañaban. ¿Respiraban? Quise comprobarlo. Sí, respiraban. Bien, al menos viven.
-¿Están...?- No me animaba a seguir hablando.
-¡No!- Gritaron a la vez.
Yo me reí. Eran tan, tan, pero tan cómicas sus caras...bueno, pongámosnos en el lugar de ellas. Intentando procesar las palabras que quería entrar por sus oídos. "Y entonces él se acercó y...simplemente rozó sus labios con los míos." "Él puso mi mano en su corazón y...¡Lo juro! ¡Su pecho parecía una bomba nuclear, iba a explotar!" "Y conocí a la banda, Tom es precioso y..." Esa frase no la tendría que haber dicho. Sol. Pobrecita. Su cara se transformó. Pálida. Parecía traumada. Estaba realmente traumada...

-Y...-Esta vez decidió hablar Sol.
-Ajam...-Dije.
-¿Él se va mañana, no...? -Dios...esa pregunta...
-Sí, lamentablemente...pero...-Se morirían con esto.
-¿Pero qué? ¿Qué? ¡Decinos!- Barbi no podía manejar su ansiedad.
-¡Tengo su mail! ¡Dijo que hoy iba a querer hablar conmigo! ¡Y tiene cámara web!- Uno...dos...tres...y...mueren mis amigas...
Ahora sí que peligraba la vida del taxista. Casi chocamos por el susto que sufrió el señor al escuchar el fuerte grito de mis amigas. El sonido más agudo habido y por haber. Y yo que estaba al lado...

El auto se detuvo.
-Por acá está bien.-Barbi indicó al taxista.
Pagamos y bajamos del auto. Entramos a la casa de mi amiga. Silencio supulcral. Todos durmiendo. Bien...Barbi no tendría tiempo de torturar a su familia con las mil y una anécdotas del recital...
Subimos las escaleras. Teníamos un sólo objetivo. La computadora. Un momento...
-¡Bárbara decime que tenés internet, por favor!- Comencé a desesperarme.
-Obvio...cámara web también...podemos hacer una videollamada...¿No?- Alabada sea Bárbara y su idea. Proximamente imprimiría estampas con su cara y las llevaría por siempre en el bolsillo...

Encendimos la computadora. Estábamos nerviosas. Eramos un conjunto de piernas que temblaban solas, eramos tres personas que sólo se mordían las uñas, los labios, las manos...colapsaríamos en cualquier momento.
Abrimos mi msn. Saqué el papel con la dirección de Bill de mi bolsillo. Pulsamos la opción de <Agregar contacto> Ingresamos su mail. Enter.

Pasan un par de minutos. Las tres mirando fijamente la pantalla. El sonido de la computadora indicaba que alguien acababa de conectarse...

No hay comentarios:

Publicar un comentario