miércoles, 27 de octubre de 2010

Capítulo 8

-¿Q...qué?- No. Por favor, no. Qué no me diga esto. Me había torturado. Ivana le debía decir todo a Bill. Todo. Le debía explicar como yo me sentía.
Bill me brindó una sonrisa que sólo hizo que yo comenzara a llorar. Llorar de dolor, de impotencia. Él comenzó a hablarle a Ivana y ella se giró hacia mí.
-Él está muy entusiasmado con esta idea...la pensé automaticamente luego de conocerte. Me repite todo el tiempo, que el siente que vos sos su alma gemela...y que por nada, pero por nada del mundo dejará que te vayas de él. Quiere sentir amor por primera vez, quiero una chance para enamorarse, para compartir con alguien su vida. Él tiene en sus manos un pasaje para hoy...vos decidís...lo tomás, o lo dejás...- Jamás en mi vida había llorado tanto. No era felicidad, no era alegría, no era emoción. Era un punzante dolor en mi pecho. Eso era.

No podía. No podía dejar todo e irme a Alemania. Otro país, otro continente. Estaba a miles de kilómetros de mi familia, de mis amigas, de Chascomús, de mi vida...No, eso no, por que mi vida era Bill y si yo aceptara él estaría día y noche conmigo...
Tendría que dejar a mamá. Dejar a Barbi y a Sol. Dejar a todas mis amigas, y a todos mis amigos de Chascomús. Mi familia, mi prima, que tanto me había apoyado en la vida...
Debía dejar una vida completa, para empezar una nueva. Eso era totalmente imposible. Pero...él me miraba expectante...con una sonrisa. Iba a tener que decir la frase más horrible, dolorosa, y triste que podría haber dicho en toda mi vida entera...
-No...no puedo...- Lo susurré. Ni siquiera me animé a elevar la voz. Agaché la cabeza. Sólo veía mis lágrimas que nublaban mi vista.
Levanté sólo un poco mi cabeza. Pude ver como Ivana colocaba su mano en el hombro de Bill, en señal de apoyo. Pude entender lo que dijo. 'Nein Bill...nein...' ¡Pero que le explique! ¡Que le explique mis razones! ¡Pensaría que no lo quería y yo lo amaba más que a cualquier ser humano presente en esta tierra!
No...no...por favor, no. Estaba viendo la imagen más desgarradora, más dolorosa y más triste...Bill llorando. Cubría su cara con sus manos. Temblaba. No llores hermoso...no llores. Es tan horrible ver a un ángel llorar...Calmate. Calmate mi vida...por favor.
Yo estaba en la misma situación. Me acerqué a él. Lo tomé por sorpresa y lo abracé. Él no se movió.
-Bill...I can't...I've got a family, friends, my school...Please, don't cry...I feel so bad and sad...I'm sorry. I love so much. You'll be my angel for ever...yes?- Ni siquiera podía hablar por mi llanto.
Él finalmente me abrazó. Lloraba fuertemente, podía sentir su respiración agitada en mi cuello. Me abrazó tan fuerte que pensé que mis huesos se romperían. En realidad...¿Qué me importaba? ¿Qué daño me hacía que se rompan mis huesos si mi corazón ya lo estaba? Era todo mi culpa. Yo lo estaba dejando ahí. Estaba abandonando mi sueño.
Antes de que nos separemos, me dio un fuerte beso en los labios. Duradero. Dulce. Especial. ¿El...último?
Bill se giró hacia Ivana. Comenzó a hablarle y cuando terminó, ella me miro.
-Antes de decirte lo que me dijo Bill...debo decirte que no puedo creer lo que acabás de hacer. ¡Reaccioná! ¡Tenés a tu mundo frente a tus ojos! ¡Tenes a tu vida completa, a tu ángel, a tu amor, a tu apoyo, a tu ilusión! ¿Y lo vas a dejar ir? No lo desiluciones...no le hagas esto por favor...Bill no podrá salir de esto, se enfermará, lo conozco, no reirá, no se moverá de la cama, no comerá, no tomará...No hará nada. Por que solamente te querrá a vos. A vos y a nadie más. ¿Podés entenderlo de una buena vez? ¡No lo dejes ir! ¡Lo estás destrozando! ¡Mirá como llora, como tiembla!- Ivana había levantado el tono de voz. Tenía mucha razón. Yo misma me consideraba una maldita...no me merecía nada en la vida después de esto.
-Pero Ivana...tengo a mi mamá, a mis amigas, a mi colegio...- Excusas, excusas, excusas. ¡Nadie entendía que no podía dejar todo así como así! ¡Tenía una vida en camino!
-¡Basta de peros Camila! ¿Te pensás que estando acostada en el pecho de Bill, en su casa, mirando la televisión juntos...te vas a acordar de tu vida pasada? ¡No! Él te hará más feliz que nadie. No con cosas materiales. ¡Con amor! ¡Amor! ¿Entendés? ¡Él te ama! ¡En sólo dos días se dio cuenta que vos sos la indicada! ¡No lo desiluciones así!- Todo esto era una tortura...una dura y verdadera tortura. Él allí llorando y temblando rogándo que cambie de opinión.
-No...no p...-Pero cada vez que estaba apunto de decir 'No puedo' recordaba el primer beso...el primer abrazo...la primera mirada...la primer sonrisa...Lo recordaba a él en todo su esplendor. Se había esforzado tantos años por conseguir a su amor...¿y ahora? Su "amor" lo abandonaba...
Bill me miró.
Cerré fuerte los ojos y apreté mis puños al escucharlo gritar. Estaba gritando de dolor. Estaba gritando por mí. Lo había destruído. Había roto su alma. Y yo...me había convertido en una muerta en vida. Si yo había roto sus esperanzas en el amor...si yo había roto su alma...entonces...yo no tenía más razones por las cuales luchar y esforzarme a diario...no tenía razones para vivir. Por que la única razón de mi existencia era él.
-Please...don't leave me here...please, please, please...- Él gritaba.
Me rogaba que no lo deje. Que vaya con él.
No sabía que hacer. ¿La decisión ya estaba tomada...? O...¿podía considerar irme con él y abandonar todo...?
Debía decidir...¡Ya!

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